Sin llanto
Voy a escribir un mundo
de esos aquellos nuestros
sin palabras
un mundo sin color
pero, con alguna expresión
de un alma moribunda
junto a la vieja silla,
a la puerta usada
con la perilla gastada,
callada de tantas entradas,
salidas.
Ahora lo que menos importa es la perfección, menos las posturas,
ni barba cuidada, ni maquillaje fresco,
se estrella mirada contra el espejo viejo
caminando sobre alfombra gastada
sin ritmo, a duras penas se arrastra el caminar.
Respira hondo
una vez más..
Hay fantasma
en telaraña
no hay mucho
que decir
en despedidas,
quizás soplamos candelas
que cada día son más,
que cada día son menos..
Iré...
donde iré,
iré: