sábado, 22 de diciembre de 2007

Eras


Si, era yo.
Aquel,
ese aquel;
sí, era yo.

Te lo digo
sin dormir,
sin pedir

arrullo,
sin mostrar
colmillos rojos
esos

que tu misma
has dibujado
en tu alma
que se quiebra
y quiebra.

Deja, deja,
los pedazos
son míos.
Deja,
deja unirlos,

una caja rota saldrá
con tu nombre,
como destino,

de un mal amor.