lunes, 9 de marzo de 2009

Adorable Demencia de Amor

Señora Mìa;

Te oì muda

le cantabas a la luna, fueron mis pasos el despertar de la blanca dormida,
fue mi boca la que traspasò la tuya, cuando fueron pocos besos, un abrazo semi partido por nuestros pechos.

Dèjame verte ojos negros, dèjame amarte tan solo una vez para dejarme ir con el viento del verano caluroso, tormentoso, hazme sudar la estaciòn para bajar con la lentitud de los segundos al marcar el tic, tac de mi boca humeda, desesperada por tu piel cercana como estrellas fugaces.

Dame tus labios, damelos mios, dame lo que quieras pero, damelo, sueño,
¿que màs sueño puedo soñar?, tormento màs tormento, màs noches desquebrajadas por el pensamiento, que no hace màs que pensar en ti.

Dulce amor, de amores casi perdidos, recogidos, dulce vida, de la vida, te hago mia en mi delirio de un telòn que nunca baja, de una escena sentada en el camerino, al compàs de un dialogo que se pierde en la oscuridad,cuando la sombra me hace amarte màs al pintar el delirio de la mordaza que apaga mi llanto.

Estallido.

1 comentarios:

Blogger Marina Centeno ha dicho...

Desde el título el ofrecimiento que hace el autor es un despliegue de delirios que se desarrollan suavemente durante el trayecto del poema. En estos fragmentos donde la angustia juega un papel indispensable en el poema y proyecta un amor intenso y verdadero. Placentero y dolido.

El autor utiliza sus recursos con habilidad y es en el final del poema donde deja el sello característico de su estilo.

Saludos y enhorabuena.

9 de marzo de 2009, 21:55  

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