sábado, 25 de abril de 2009

Silencio de Amor

Debo decirte, lo que debo amarte,
lo que debo amarte, debo decirte.

Acerca tu boca a mis labios,
rosalos de manera inquisidora,

hazlo asì, penetrando mi aliento
cuando la presa es fàcil,

me entrego,
de mil maneras, en generos diversos,
sin caratùlas pintadas, ni faces transitorias,
agarrame fuerte, abre mi espalda con tus dientes,
grito la noche, grito la sombra sangrada de mi piel,

encima, encima, encima, me arrastro en tu cuerpo,
recorriendo llanuras vaporosas,
oliendo naturaleza entre dos piernas
que se abren en mi boca.

Asì es, escribiente, escribe, lo que siente, vive, hace.

¿Por que no hacerlo?

Muero en nuestros orgasmos.

Revivo en ellos.

Ven dulce Mujer de caderas anchas
dibujalas en mis manos,
consuelame amandome.

Saca de raìz el fruto,
que nace sin semilla.

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