sábado, 15 de junio de 2013

Casi filibustero

Y el empleado, le dijo al patrón : No me pagué los días de asueto, pero no me quite mis sueños.

No mire a mi ojos léame la mirada cuando junto al camino dibujo mi alma, esa alma que es libre, que  es mía, que no es suya.

No mire mi cuerpo cansado, observe mis espíritu fuerte tan fuerte que no teme a la muerte, al cansancio, ni a usted.

Así voy por veredas  no  imaginarias son árboles frutales, tranquilizan heridas, que van vienen, van y vuelven para llevarme al hogar dejado en otras vidas, nacimientos incomprensibles, sin dejar de ser  transitables.

Letras, letras, realidad, una vez más letra, una vez más realidad mal escrita cuando el camino es horizontal, entre el horizonte cercano atrapándolo entre aguas que resbalan resbalosas, oigo sin oír canción, de esas canciones melancólicas que bajan entre las madrugadas y el sol que se esconde para no verme llorar con la luna en mi regazo.

Se cae la vida.....

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