martes, 5 de enero de 2010

Bien que vengas,bienvenida

Llegó con calma de laguna, sin bríos calmados. Es una orilla de alguna manera sedienta:
abrigo frío, con necesidad de cuerpo para sentir que abriga, para sentir que abraza.

La calma resucitó en labios secos entre ranuras transitables a la espera de su buen amor,
de vida cadenciosa.

No hay pausa, tampoco prisa. Señas del alma confunden miradas en alguna tenue oscuridad
donde palpable el sentimiento truena como campana en la primavera colorida.

Ven amor, ven. Respirame, esta noche, es noche de fiesta. Quitemonos los sombreros,
bailemos nuevamente, prendamos candelas.La reunión es mutua, mutuo el amor.

Estoy alegre, muy alegre, hay pañuelos de colores, velas encantadas, mares surrealistas,
gaviotas. Vuelos de gaviotas.

Tengo una manzana roja para morder.

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