domingo, 26 de julio de 2009

Rosas para las Anas

Son la dos de la madrugada,
escribo en teclas de piano
una canciòn hecha
de besos, caricias,
y piel nuestra.
Cuando cante el gallo
no niegues nuestro amor,
quizàs demente, quizàs prohibido,
intenso a morir,
nos arrasamos.
Es asì amar.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio