Soy, eres
Hoy en la tarde llegaste con un vuelo sereno impulsado por una corriente de aire, me volví espacio, me volví serpentina, unas de colores, unas grises, unas mías, y estabas tù.
Sucede que en la vida no amo por amar, ni el sexo se hace amor, te amo porque quiero amar, y mi sexo se vuelve amor.
Mi corazón es animal para el tormento, ciego por ti estuvo en tus manos, en tus dedos,
la brisa se hizo murmullo con las caricias que tiemplan una madrugada prestada, dada con un gotero que se vuelve segundero cayendo al pasar las horas para que me digas adiós, un adiós incierto,
su aroma tiende a eternidad.
Siempre fui tuyo sin condiciones, sin contar en mis dedos lo que dì, ni lo que diste, que fue mucho al tener oleajes que martirizan una mirada de amor, un destape del alma.
No sabes las ganas que tengo de abrazarte, de besarte, de quedarme como una Ceiba enorme, paralizado en tu pecho, sin saber nada del mundo ni oír razones del por què, pasó, del por que fue, te amo de manera absoluta, con la fiereza de una bestia cuando la dejan herida en una planicie donde el agua se desvanece y los frutos se han dejado secar.
No tengo de donde alimentar mi amor por ti, porque escapas como ave sin vuelo preciso, como ave que pica mi sangre, y me deja débil y moribundo, en un arenal sin tu mano que levante mis ojos, para que poner la mirada en tu sentimiento.
Quiero verte, siempre quiero verte, mirarte, y decirte sin palabras algunas historias donde el final es feliz.
Me habla tu recuerdo, sin tener luces brillantes, y ni siquiera un candelabro de barro nacido de la tierra.
Me abrazo a ti, así, así como la nube abraza al cielo, como la hierba cuelga los caminos.
Diría el viejo del pueblo que era ciego y tocaba " La Historia de un Amor" con su maltratado acordeón, en una tarde feliz donde amantes paseaban sonriendo, felices.
“El amor no es simple siempre necesita de enamorados con alguna gota de agua, que alimenten un sueño, aunque lejano dormite”.
Sucede que en la vida no amo por amar, ni el sexo se hace amor, te amo porque quiero amar, y mi sexo se vuelve amor.
Mi corazón es animal para el tormento, ciego por ti estuvo en tus manos, en tus dedos,
la brisa se hizo murmullo con las caricias que tiemplan una madrugada prestada, dada con un gotero que se vuelve segundero cayendo al pasar las horas para que me digas adiós, un adiós incierto,
su aroma tiende a eternidad.
Siempre fui tuyo sin condiciones, sin contar en mis dedos lo que dì, ni lo que diste, que fue mucho al tener oleajes que martirizan una mirada de amor, un destape del alma.
No sabes las ganas que tengo de abrazarte, de besarte, de quedarme como una Ceiba enorme, paralizado en tu pecho, sin saber nada del mundo ni oír razones del por què, pasó, del por que fue, te amo de manera absoluta, con la fiereza de una bestia cuando la dejan herida en una planicie donde el agua se desvanece y los frutos se han dejado secar.
No tengo de donde alimentar mi amor por ti, porque escapas como ave sin vuelo preciso, como ave que pica mi sangre, y me deja débil y moribundo, en un arenal sin tu mano que levante mis ojos, para que poner la mirada en tu sentimiento.
Quiero verte, siempre quiero verte, mirarte, y decirte sin palabras algunas historias donde el final es feliz.
Me habla tu recuerdo, sin tener luces brillantes, y ni siquiera un candelabro de barro nacido de la tierra.
Me abrazo a ti, así, así como la nube abraza al cielo, como la hierba cuelga los caminos.
Diría el viejo del pueblo que era ciego y tocaba " La Historia de un Amor" con su maltratado acordeón, en una tarde feliz donde amantes paseaban sonriendo, felices.
“El amor no es simple siempre necesita de enamorados con alguna gota de agua, que alimenten un sueño, aunque lejano dormite”.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio