jueves, 3 de diciembre de 2009

Autorretrato de un ausente

Camino despacio como la luna muerta, como la noche impaciente que agoniza en madrugada,
camino despacio sin pisar la tierra, sin las piedras en mis zapatos, camino despacio donde mi dolor se vuelve màs dolor, paraìso de poeta al nacer sin alegrìa.

Pasa tus manos por mis mejillas, dale un golpe mortal al escribiente que solo nace de la melancolìa.

4 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Sin Barreras

Corrimos, sin aliento a los bosques
hermosura de sombra completa.
Alcanzaron labios a labios como en trance
Sin huella de aliento para quebrar la magia.
Las olorosas y quebradizas hojas cobijaro
temblorosas ramas descubiertas
remontando el uno al otro.

Ahi bajo los altos arboles
nos derretimos nos unimos sin parar
sin ningún destino en particular
y las copas cepillaron nuestro pelo.

Cuando creci, quise
casarme con los arboles.
pero se me olvido como.


-Judith Pordon

4 de diciembre de 2009, 20:00  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Elegía

Me envuelvo en tu recuerdo
como en nieblas secretas que me apartan del mundo.
En la calle sonrío al amigo que pasa,
y nadie,
nunca nadie
adivinó mi muerte bajo aquella sonrisa
ni el frío sin consuelo de mis ojos que ciegan
pidiendo de los tuyos más desdén,
más veneno.
Ahora que la tarde se derrumba en las sombras,
y que el libro de versos resbala por mis manos,
ahora que la lluvia llora por los cristales
de mi ventana,
y llanto va a caer de mis ojos,
antes de que una mano encienda la dorada
llama de mi quinqué,
dime si tú no sueñas en tu balcón, ahora
que la lluvia nos une a los dos con sus lágrimas,
o si sobre el teclado de tu piano oscuro
agoniza Chopin
bajo tus manos trémulas.
Nunca sabrás el loco deseo que me tortura
de cautivar tus labios bajo mi boca ávida,
y sentir el latido de tu sien en mi mano
aprisionada como un pájaro aterido.
Pero no sabrás nunca nada de mi deseo.
Nada de cuando pienso desgarrar con mis dientes
los azules canales de tus venas
y juntos
morirnos desangrados, confundidas las sangres.
Pero estamos ajenos.
Yo sigo en mi ventana,
y tú soñando en otro mientras Chopin suspira,
ahora que aún no arde en mi quinqué la luz
y que a los dos nos une la lluvia con sus lágrimas.

Otoño e

4 de diciembre de 2009, 20:19  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Algo que nunca sabrás



Inestabilidad, Tristeza, Dolor y Amargura

Son sinónimos del presente y recuerdos del Pasado

Infinidad de veces siento poder el Cielo tocar

Pero al instante caigo al suelo recordando que tan solo

Es un sueño más en mi mente.

Muy dentro de mí me dice que tan cerca te tengo,

Pero tu comportamiento y la razón me hacen ver la realidad.

No se cuando te tendré por completo,

No se si te tengo o si alguna vez te tuve.

Lo que si es que este Amor no cree poder terminarse nunca,

Aunque el mundo se ponga de moda con sus ideologías y

pensamientos,

Este amor sobrevivirá por muy maltratado y débil que parezca.

Podrás tratar de recurrir a las apariencias,

Podrás querer rechazar y negar el sentimiento que nos une,

Pero sabes bien que siempre saldrá a flote,

Siempre sobresaldrá esa luz que ilumina nuestros corazones,

Por muy oscuro que se tornen nuestros caminos.

Sabes bien que siempre te querré como el primer momento en que di

Cabida a que este sentimiento se instalara en mi,

Sabes también que me amarás aunque nuestros destinos se empeñen

En tomar caminos diferentes, pero el amor y la razón aun los une.

Si en algún momento dejo de existir,

Si por alguna causa desconocida mis ojos se cierran impidiendo seguir

Contemplando tu mirada,

Si por alguna razón mi cuerpo deja de producir calor y si a mi alma

Se le escapará el último aliento de vida, no temas y no decaigas!

Porque el sentimiento siempre vivirá en mi por el resto de los siglos.

Solo con recordarme como a la persona que te amó sin condición,

Sin interés alguno, mas que el de recibir la misma cantidad de cariño

Que día a día te brinde sin tu darte cuenta.

Se que te envolviste tanto en tu vida y en tus afanes,

Se que por un momento me olvidaste,

Pero el hecho de saber que aun estabas bien me hacia inmensamente

feliz,

Aunque muchas veces hubiese deseado alguna caricia,

Algún beso o tan solo algún gesto amable de tu parte, pero créeme

que

Tan solo escuchar tu voz en alguna escasa llamada telefónica,

Me hacia recordar con alegría lo que seguía aun sintiendo yo por ti.

Tal vez esto no lo llegues a escuchar de mi boca,

Se que no me atreveré a decírtelo nunca.

Tienes un corazón herido y la incredulidad se ha apoderado de ti,

Se que dentro de ti quisieras poder creer en mis palabras,

Pero el pasado ya hirió nuestras almas y se que tardarán en reponerse.

No nos queda mas que seguir en esta vida, llena de envidias,

interrogantes y sueños.

Pero se con certeza que en mi vida siempre estarás, como lo mas

grande, valioso y dichoso,

Aunque tal vez nunca termines de entenderlo.

4 de diciembre de 2009, 20:34  
Blogger Marina Centeno ha dicho...

Pues bien, Príncipe, caen tus versos como lunas frías, como llovizna inquieta.... esa melancolía tan tuya, Poeta, que se impregna a tus paredes, a lo tuyo, a tus cosas... yo te veo pálido y expectante, yo te miro cínico y sonriente....y hablo del cinismo de tus finales, sí, de esos que muchas noches traficamos en nuestras charlas...¿las recuerdas? cuando te decía "tus finales son mis inicios".....

Me gusta tu angustia, me desarma.

Saludos y abrazos, muchos abrazos, con besos.

Te quiero, Poeta.

5 de diciembre de 2009, 8:26  

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