lunes, 10 de diciembre de 2007

No hay

Me abro el pecho,
no hay versos,

ni metáforas
que interesen.

Sólo dolor
pecados desconocidos
culpas en debito:

la muerte
existe
en mi pensamiento,
enferma
ronda eternidad,
por verdadera,
promete descanso.

No he venido
a sonreír,
ni a entretener,
simplemente confieso
los demonios
que hacen menos
la vida.

En la sombra
de lo
que quizás
pudiera ser.