miércoles, 12 de diciembre de 2007

Poeta

Poeta que caminas con un puñado de letras en tu paraguas. Sin lentes logras leer el alma ajena y la propia cuando te cuelgas en los limites del abismo que logra no morir en tus páginas.

No tienes comodín escondido, ni pata de conejo que haga cambiar tu suerte,
ni siquiera un atrapa sueños que vuele contigo.

Te quedas solo con tus dedos que algún dia serán marchitos entre papeles viejos, nacidos y vueltos a nacer, muerte de tu muerte que se vuelve suicida en tintas, y tamborileos.

Escribes casi a ciegas, con tu mente en la bolsa izquierda de tus calzones, en madrugadas con las ánimas a tu alrededor.

Vas màs allá y lees en tus ojos el crimen dado sin merced.

Te vuelves camino de señales sin seguir, porque el hundimiento es salvado por algunas prosas temblorosas hija de la serenidad, que cruza la cuerda floja de tu sanidad mental,- que sin ser paciente-, juegas al carnaval creativo con la mente en vela.

Poeta màs de una vez, màs de dos veces, màs que muchas veces has muerto sin darte cuenta y te has revivido.
No eres Lázaro, ni un milagro.

Por sensible te haces pobre, no tienes bolsa donde guardarte, la intemperie es tu bautizo sin ser agua, motivo de algo
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