lunes, 10 de diciembre de 2007

Naturaleza Muerta

Miro el reloj, baja la una de la mañana, un papel vuela, y nada espero. Observo mi foto de niño, le pregunto como fallé, una luz sale de mis ojos, como puntos en lo invisible,... sigo mirando la foto, y quiero llorar.

Así me miré de joven, mirando a través de una sombra, ahora la reconozco, la pinto en mis labios pero, no nacen payasos. Tampoco se abre un ojo, que por ser tercer es famoso. Busco un lapicero y dibujo una entrada, entero entro por la frente que se convierte en camino, miro unos globos, son viejos globos, estan tendidos en el patio trasero, donde el conejo es mío, y Alicia es de otro. No hay magia, ni cápsulas. Sigo caminando, una luz se prende y apaga, le pregunto su nombre, y me dice “soy esperanza”, le quito los zapatos para que se quede conmigo, me dice no seas egoísta. Soy lo único que existe. Sigo más adelante y miro colgando una cara sin ojos, le pregunto su nombre me dice “ soy la hermana de esperanza”, pero bailo al revés, adivinanza, adivinanza, ¿quien soy? Le respondo eres la mentira y te cortaré los pies, no me los cortes, porque vacía la tierra se quedará, sigo caminando y miro más adentro hay un señor sentado contando sus dedos, le pregunto: ¿señor que cuenta? No cuento nada, busco a mi primogénito, no lo encuentro en los dedos de mi mano, ¿ah y como se llama? Se llama “El Amor”, parece que anda perdido, aquí traigo una manzana roja, ruego siempre que no la tomen como equivocación, sigo caminando encontré un borrador, saqué mi mano por la frente me devolví entero, borré la entrada, y dije adiós.

Me devolví, había una silla, era de madera, lloraba, extrañaba su bosque, la abracé, quería ser árbol y dar frutos como sus abuelos, aunque sea una pequeña sombra dar para algún caminante como yo, la abracé de nuevo, le dibujé mi sombra y se alegró, le pregunte su nombre, se llamaba Mango pero sin tronco, ahora era el asiento de muchos, bueno seguí caminando y me encontré un río, estaba preso, y era color café, le pregunté que te pasa río, que tan lejos andas de la montaña, me han atrapado para venderme en la ciudad, ahora los campos se quedarán sin mí, los niños no podrán ver velas en el mar, avanzo poco a poco y miré un tigre pegado a la pared, ¿Ay que hace un tigre clavado aquí?


Él movió su gran boca y me dijo hasta sin dientes me han dejado, ahora soy adorno del señor, ya no puedo correr en la selva, ni acariciar un amanecer, me puse de puntillas y un beso le dì, me diò un baño con su lagrima y le dejé mi acordeón, ya me dolían los pies, y me quede a descansar, me acosté en la hierba y miré al sol, abrazaba a luna no quería dormir, le dice a las estrellas, ay tengo tanto miedo mirar hacia allá, y le muestra la tierra, ¿y yo que puedo hacer ustedes tienen la suerte que yo no, me miran de lejos, y ojos cierran, yo los tengo en mi falda, que antes era blanca ahora es roja, no tengas miedo sol, abrázate a las estrellas, y no llores mas, yo seré valiente e impediré que lleguen a los demás planetas, lanzaré una gran red con todos los llantos de los justos, que no los dejaran pasar, yo acostado descansaba pero, para donde caminar, con todo lo revuelto que el mundo esta, inventaré una canción, con los amigos poetas que miran mas allá, haremos una cadena de sueños resucitándolos cada vez más, puedo ser un cuento niño o una travesura mas pero, veo tristezas en los grandes, ud que me lee, póngame un titulo, quizás sea un mimo, quizás libertad.