sábado, 23 de octubre de 2010

Confesiòn purpura

A esta hora, en el tiempo de más y más ahora,
pasan vientos de largo sin llevar mi alma,
a esta hora, hay más de horas esperando un quiebre de palabras
celebrando lágrimas caídas que valieron la pena derramar escribiendo un verso,

tomaré tus faldas madre, asiré mi alma de tus alas,
para volar siempre cerca de ti,
a esta hora, pasan y pasan los sueños cual campanadas
llaman al canto de cuadrarse y chocar puños,
besar tu recuerdo para sellarme en ellos y partir nunca más.



Oigo en la soledad,sola, el sonido que nace y nace,
no hay labios, ni piel,
bocas abiertas no se llenan,
pero, estás .

No tengo sueño, ni razón para despertar,
escribo sin piezas,ni uniforme en colores,

lo hago frente a mis paredes, esas paredes que tantas noches miraron de sombra la mía,
pero estás tu.

Hay dìas, esos dìas, que dìas pasan por mi cuerpo cansado,
la espalda cae, algunos pasos luchan por no arrastrar su paso,
pero también estàs .

Dime tù mujer, mujer, tu eres la mujer, que acompañas mi cansancio donde mi cabeza cae en tu pecho al soltar mis respiraciones sueltas,
me suelto de manos atrapando las tuyas.

Falasìa de mimo, descubrimiento aparte, confesión de moribundo en boca seca,
al menos ya no es menos porque estás tu mujer, vas,vienes, te vas, vienes, sigues partiendo,
regresas sin partir, partiendo queda tu olor en mis ramas de árbol erguido.

Ven siempre, no dejes de venir, que vengas viniendo, que sigas asì, donde la calma termina
tragándome tu respiraciòn abstracta en matices que sudan por tu espina dorsal.

La madrugada rodea cansancio pleno.

Me vestiré una vez más, me devestirè otras màs, otra màs me vestirè
para imaginar que tocas mi puerta, para estar màs veces juntos.

Aquí sigo,

no demores.

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