domingo, 9 de diciembre de 2007

Me atrevo

Me atrevo a mirar por la rendija, sin perder el ojo, al ser tuya la mirada.

Un ritmo levanta una multitud que sin ser Gulliver llega alto. Seguido la marcha nupcial de una novia que llora por dentro, dejándose llevar a la decapitación sin un reloj que la defienda.

Cercena un parpadeo de madrugada, cuando es usada como trapecio de parque.

La vida se hace poca entre barriles ,que se vacían, en garganta sin apagar. Sed del malvado.

Oh culpable de excusas largas en testimonios mortuorios. Dejad libre lo que nació libre... Deja reposar tus lagrimas en alguna laguna hasta que el perdón te libere; toma una bolsa con miel y especies, duerme en el desierto y aprende a leer las estrellas cuando empiezan a sonreír; siembra un árbol hasta poder llegar a ellas, y siente el amor que negaste en la tierra.

Y siguen los caminantes, con sus cornetas y banderas que viva la libertad en las veredas de domingos, cuando el silencio es celebración en verano. Se recojen los frutos del cielo; son para todos, coman lo necesario , sin atesorar riquezas porque ustedes son la riqueza de la vida.

Se escuchan pasos; llega el día en que el ojo dejará de ser ojo, para ser la luz.

Así, de pueblo en pueblo, van, los viajeros del esplendor.

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