miércoles, 30 de enero de 2008

Inventé

Me fui
de espacio
en espacio,
de letra
en letra.

Inventé dos ojos negros
que me miraban;
inventè un invento:
ojos negros
que me miraban.

Sólo eso pude inventar.

Carajo 2

Caminé, caminé, caminé.
Miré,
miré...
Respiré aromas
dejé fronteras,
clavé los sueños.
Vertí lagrimas frescas.
Cuidé plantas.
Tuve mascotas.
Viajé.

Al lado de una luna
te lloré,
aferrandome a razones
para amarte.

Disculpé mi amor,
por mancillarlo.

Pero, eras ciega.

Te presté mis ojos,
miraste mi ceguera
colgada de mi corazón.


Mi abismo respiraste.

Carajo

Juré no volver.
Despedí mis escritos,
la inspiración de mi tristeza.
Pensé, ya no volver. Pero volví.
Evitarlo no pude,
ni predecirlo.
Tampoco.

Me arrastra la pena,
me esculpe en piedra rota,
y aventaja mi alegría.
La poca que tuve
Esa poca que se disuelve...


Volví mas veces,
pensé que fuera la ultima.

Abro la oscura entrada,
la luz es tenue,
la cama a medio arreglar.
Los ganchos de ropa
dispersos,
... nadie espera.

Juré.
No volver,

no volver.
¡Qué pena... volver.

domingo, 20 de enero de 2008

Misiva 1

Mis cartas,
las tuyas que no escribes,
el dolor que callo,
mi soledad latente,
letras que no saben sonreír,
y yo.

Racimo de oscuras flores con pétalos de Domingo triste, al no dejar entrar la luz en mi habitación. He cerrado las cortinas blancas, arreglado mi cama, el calor no se siente, aspiro la música que imagino, no pasa nada, no he comido y sé besar.

Quiero morir, y aprendí a vivir.

Mi carta esa carta pecadora, la que muestra mi dolor a gritos con lagrimas que caen hacia ti. Sientes dolor, dolor propio inventado, dolor asqueroso que tiembla tu mirada, mirando lo que pierdes, lo que no dejas colgado por un beso sincero.
No quiero prosa ni verso, ni redondez absoluta: no tengo forma, ni luz. Los días pasan en un quizás, en un reloj que marca la hora quedándose en el mismo lugar de la despedida.
¿ Qué màs tienes además de tu dolor, que màs tienes que no sea llanto?
Quítate el pañuelo de la cara, borra la expresión de niña sufrida, que la mujer nació en mi cuerpo al besarte el alma.

Misiva


Se marchó, con medias palabras, y me volví experto en resolver un crucigrama que sigue la ruta de un marca pasos, arriesgando un todo que soy para mì. Busqué una brújula de las que se hacen en la noche, porque siento la oscuridad de su partida, e inventé ser alguien que mira en la penumbra, para así tener la luz.

He releído sus mensajes, donde no queda clara su partida ni su destino, pero según la brújula me dice que quizás viajó al mar; y por lógica no debo preocuparme por usted porque si algo le pasa, yo no lo sabría. Espero que descanse si acierto en mis cálculos marinos.

Las delicias marinas conmueven el querer, espero que este sea su caso, y que este feliz donde el sol y el agua se hacen uno solo. Sea feliz con sinceridad de un caballero andante que le desea lo mejor.

Mi intención no será atribuirme de parte de usted algún susurro como explicación,
Al ser libre de partir sin mí, mi intención no es molestarla, pero cuando se compromete el corazón se hacen ideas y se pierde la noción de la realidad.

Cuando a sus manos llegue este escrito, tómelo como una locura de mi parte, solo le quería confesar en este mi delirio, que cuando no tengo noticias de usted, siento aquí en mi pecho, que se me arranca la vida, pero, no me tome con importancia, son ideas de un viajero, caminante, que solo fantasea con el amor de una mujer tan grande como usted. Molinos, y una sonrisa, en esta mi historia de amor.


Con suerte, y valor,

Yo.

Mi amor


Este amor
nace como un sol
de piedra.

Te amé, sin secreto
y nada duele.

Pero; ¿de qué vale
cuando solo puedo

dibujarlo en palabras?

Panamà, Domingo Cualquiera


El camino se fue trazando
entre almas que nacieron
ciegas.

El reloj,
va, viene...
Captación de atención.
Tesoro preciso.

Una mirada al atardecer,
dorado,
a través de una ventana
de cualquier casa.

No es vuelo.

El aire despacio se arrastra
refrescando esperanza
de un mejor orgasmo,
espirtual.

Que fastidio,
fastidiarse...

Que fastidio
encajarse.

Que entren

Que entre la luz ,
el cielo rojo,
el calor de la mañana.
Que entren sin permiso
a mi habitación,
cubriendo mis estepas
bajo la sabana carnosa
ausente de mi gloria.
Ausente de gran amante.

Presente de muerte
sin desayunos
ni limpieza.


Que entren los que me aborrecen

¡Qué entren!
si,
con el silencio
de una sepultura.

Se baja el telon.

viernes, 11 de enero de 2008

Podemos

Puedo amarte, dejarte y olvidarte.
Volver a dejarte, volver amarte,
nuevamente olvidarte,
aunque la noche estire nuestra piel
con un beso perdido,
con caricias al vacío.

Sí,

puedo amarte y dejarte,
y seguir amándote.
Jugar al invisible, y buscarte.

Buscar en tronco hueco
un nombre olvidado
con alguna inicial parecida a la nuestra
para volver a amarnos,

dejarnos,
y olvidarnos.

¿Madre nuestra?

Te miro sentada, inventada,
disfrazada, ausente,

masacrada.

No fábula infantil,
sino camino de tierra
espalda que suda,
piedra trabada
en un estomago hambriento
seco por el polvo.

Sufres, sin tiempo para amar.

Quiero inventarte justicia,
dibujarte entre ríos
que se encuentran,
en cielos que se unen,
con niños cantores.
Sin crecimiento en retraso,
sin barrigas hinchadas
un pasaporte eterno
donde el hambre pesadilla
maldita,
muera una vez, cien, mil veces,
un millón de veces, más millones, y más
veces,

y muerta quede como normal
camino hacia la vida,
sin dientes postizos,
ni letras sin caminos.

Si,

quiero inventarte justicia,
inventar que existes,
que techo eres,

que cama eres,
que educación eres,
sin abortar al mundo

de tu vientre cansado.

Que sea uno,
como sueño posible
como garra que siembra,
ave que vuela.

Le doy vuelta a un reloj,

a un espejo, a una metáfora,
a un sentimiento,

donde tu nacimiento sea sin más
fanfarria,
un gran respiro del tamaño
de una revolución sin perseguidos,
amar el balance.

Ven, vamos,
mira aquel campo esta verde,
hay campanas,
banderas,

humo de cocinas en feria.

... y tiene tu nombre.

Pensaba

Pensaba, penaba,
dolor imaginado.
Temer:
sonreír, bailar, cantar,.

Golpeo un tambor,
ya no hay versos,
que adornen poemas.


Oscuros caminos
tienen luz.

Hay vuelo, canto,
màs canto, ... y vuelo.

Hueco en la tierra,
hueco medido,
hueco que espera.


Cadáver de letras,
fallecido
por un escribiente
alegre.

domingo, 6 de enero de 2008

Miento

Me doy sin fruto.

Cobarde soy en mi soledad
cuando la noche vuelve
sin ti.

Me hago seco como los desiertos,
me sufro,
niego contra mi ser
haberte amado tanto.


Miento para olvidarte.

Trato de mirarte

Trato de mirarte
tratando más veces de amarte,
sin odiar hacerlo.

Me observo en tus ojos,
en parajes silenciosos

busco, rebusco.

Espero ser rescatado por un gesto tuyo,
por una caricia, escondida..

No me despidas, sin una despedida.

Déjame quedar un rato más,
mientras veo las palomas despedirse.

Déjame leer el alma
que miente,
el alma que vira lejos
dejando una copa llena
que cae al río,
que se confunde en su cauce
... sin los dos.

Ven dame tu mano
borremos juntos
cualquier amanecer
que dejó

huérfanas nuestras lagrimas.
Sin esperanzas que el amar
sea nuestro.


Ven:

trato de mirarte, una vez más.

viernes, 4 de enero de 2008

Maya

He aguantado
más de una pisada.
Lengua
nuca,
algún corte vertical
en mi columna.


La soledad es ejercito conocido,
las horas flotan, y,
todo es maya.

Miro siempre,
miro sin mis ojos,
donde nace mi alma.


Despierto en magia
reconociendo el milagro
de mi existencia.

He visto Ángeles morir
a la puerta de un quizás,
donde también mueren
los corazones nobles,
por haber amado tanto.


La piedad es un canto olvidado.

martes, 1 de enero de 2008

Estuve solo

Estuve solo,
y sólo me perdí.

Busqué en ti, más me perdí.
Fui rodilla en tu ser,
pasto a tu hambre,
y, así me perdí...

Te escondiste detrás de una piedra;
piedra mala, piedra espinosa,

piedra berrinchuda,
hermana tuya, gemela conmigo.

Duelo nefasto que sin dolor camina,
que mata, desangra,
que persigue la dicha,
y destripa el alma.


Duele poco, más que un poco.


Entero muero en las marchas nocturnas,
cuando el risueñor escapa de una jaula de oro,
a cambio en un árbol grande, verde, verde,

no como mis ojos. Verde esperanza,
no, como la vecina,
sino como la esperanza mía.

Cuando te amo,
la vida
me das
en un segundo,
y en segundos más t
e amo.

Ven, cierra el reloj, -hazlo despacio-

Lo ahorcaré para deje de caminar.

Dale duro, ven, agarra el segundero,
el minutero es mío.
Dejemos que agonice.

La eternidad serà nuestra,

en algún cuento de fantasía.

4:59 a.m. Panamà


Me fui de golpe.
Te olvidé.

Golpe carnoso, ingrato,
golpe de golpes. Golpeado salí.


Regresé, tomé
sin licor... Tomé golpe,

golpes, más que golpes.

Se golpeo mi corazón
se hizo de papel,
con letras que no vuelan,

con letras que no mueren,
con letras que sufren,

letras, golpes,
golpeados todos.


El camino acecha tragar rima.

Escondo mis huesos.
Los amarro de azul, entre el caño
la calle y mi llanto.

Baja, baja y baja,
golpea, golpea, danza.

Danza, la danza
plumas vuelan,
que van, que vienen,
que van más donde nací para ti
para besar, morder, suplicar.

Amor, amor, ese amor, que cae se va, y queda ido.

Ven, deja, dejate.

No vengas, pero ven...

Ven pero ya,
que no puedo conmigo
si tu no estás.